Hoy, he pasado la revisión del coche de los 90.000 km y cambio de neumáticos traseros. Acto seguido he ido a pasar la ITV del coche. Entre unas cosas y otras, casi los 1.000€ de gasto. Así que espero que llegue final de mes YA!! y cobrar, porque sino no tengo ni para gasolina.
Dicen que el dinero no da la felicidad pero la verdad es que te ayuda a no tener penas...
Todos somos conscientes de lo importante que es reciclar, y por suerte, hay muchos que lo llevamos a la práctica. Pero qué haces cuando llegas al contenedor y lo ves rebosando. Tanto, que supone un peligro. Como ejemplo, en esta situación se encontraban ayer los vecinos en Benicasim de la calle que está situada entre el Hotel Trinimar y el Heliópolis. Cuando llegaban con sus bolsas separadas por envases de vidrio o cartón, veían la siguiente imagen.
Por la mañana ............................. Por la noche
Es inconcebible que en una calle tan concurrida, y más ahora en verano, las personas que pasean por allí estén expuestas a que les caiga cualquier envase de vidrio en la cabeza de un chiquillo o en el pie de un adulto. El impuesto que pagamos los vecinos de Benicasim para la recogida de basura ha experimentado una subida muy importante, pero por lo que se puede ver, no recibimos una contraprestación de buen servicio.
Otro tema importante sería el que a los vecinos, cuando tiran sus desperdicios, les trae sin cuidado la hora que sea. Es muy habitual ver a una persona a las 10h de la mañana tirando la basura. Esto hace que los contenedores de basura estén a tope desde primera hora de la tarde.
Es una lástima que un lugar tan bonito y turístico, se convierta en un auténtico vertedero, tanto estéticamente como por los malos olores que se desprenden. La solución es tan simple como poner vigilancia policial que haga cumplir el horario, es decir, dos patrullas que se recorrieran la zona de la playa, y un servicio extra de recogida, ahora en verano.
Estos dos coches policiales, también podría hacer las tareas de multar a los coches que estacionan encima de las aceras, obligando a los peatones, entre ellos niños, mujeres con carritos de bebés, a ir por la calzada y que los coches les pasen rozando y con malas caras. Digo malas caras porque la semana pasada fui testigo de cómo un joven que iba en coche a una velocidad importante, increpaba a una persona de avanzada edad porque iba por la calzada. El coche pasó a escasos centímetros del anciano.
