Recuerdo perfectamente el día en que mataron a Miguel Ángel Blanco. Estábamos todos pendientes de las noticias en la radio o en la televisión, deseando que los terroristas no fueran capaces de hacer lo que hicieron y que pudieran liberarlo. Recuerdo una angustia tremenda dentro de mí al saber lo ocurrido, y el nudo en el estómago al ver las manifestaciones multitudinarias por toda España; la sensación al entrar al día siguiente en el centro comercial y ver cómo se paralizaba absolutamente todo durante un minuto de silencio; todos, absolutamente todos permanecimos quietos y callados, en señal de protesta. ¿Cómo pueden los terroristas seguir adelante, cómo no se dan cuenta de lo "absurdo" de sus actuaciones?
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Recuerdo perfectamente el día en que mataron a Miguel Ángel Blanco. Estábamos todos pendientes de las noticias en la radio o en la televisión, deseando que los terroristas no fueran capaces de hacer lo que hicieron y que pudieran liberarlo. Recuerdo una angustia tremenda dentro de mí al saber lo ocurrido, y el nudo en el estómago al ver las manifestaciones multitudinarias por toda España; la sensación al entrar al día siguiente en el centro comercial y ver cómo se paralizaba absolutamente todo durante un minuto de silencio; todos, absolutamente todos permanecimos quietos y callados, en señal de protesta.
¿Cómo pueden los terroristas seguir adelante, cómo no se dan cuenta de lo "absurdo" de sus actuaciones?
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